lunes, 26 de octubre de 2009

Escritura autobiográfica (Segunda Parte)


El reloj marcaba las 11:45 de la noche,cuando dos hermanas María y Soledad miraban la televisión, en ella pasaba una de esas películas policíacas que te mantienen atrapado...

Era una noche lluviosa, como todos aquellas en el invierno de ese pueblito alejado de la gran ciudad, un pueblo tranquilo en donde la mayoría de la gente se conocía entre sí.

La película las mantenía entetenidas a las hermanas hasta que el padre de las niñas dirigió su mirada hacia el reloj... 12:02... - "es tardísimo"-dijo- "María, creo que te deberías ir a dormir" ya que María era la menor - "un ratito mas"-le replico la niña - "No señor, te me vas a la cama, mañana tienes que levantarte muy temprano para ir al colegio" -le contesto su padre-"bueno"dijo la niña-. María subió las escaleras, no de muy buen humor, porque su padre no la había dejado terminar de ver la película. Pero María no estaba dispuesta a dormir sin sueño, así que tomo la radio y se puso a escuchar música. Y ya habían pasado unos 45 minutos cuando interrumpen la programación para dar una noticia de ultima hora:
"NOTICIA DE ULTIMA HORA, A TODOS LOS HABITANTES DEL PUEBLO DE "SANTA CATALINA" SE LES INFORMA QUE LA RUTA QUE CONDUCE A LA CIUDAD SE ENCUENTRA TOTALMENTE BLOQUEADA DEBIDO A UN DESASTROSO ACCIDENTE, EN EL CUAL PERDIERON LA VIDA 2 PERSONAS".

De un salto María salió de la cama, bajó las escaleras y se dirigió hacia la sala donde se encontraba su padre y su hermana a darles la noticia de que el camino estaba cerrado y no podría ir a la escuela, así se quedaria viendo la película. Fue un grito desgarrador lo que broto de la boca de la niña al ver la tremenda escena que tenia delante de sus ojos; su padre en medio de la sala, muerto, completamente destrozado. Pero cuando los ojos de María voltearon a ver hacia la cocina... Ahí se encontraba ella Soledad su hermana, en su mano derecha un vaso de agua, "No tengas miedo"-le dijo Soledad . María lanzó, no un grito, sino miles, corrió con todas sus fuerzas, subió los escalones que la llevaban hacia lo que ella creía que era su salvación -su cuarto- Soledad, soltó el vaso y tomo ese gran cuchillo que se encontraba arriba del refrigerador, “No quería hacerlo contigo” –murmuro Soledad- lentamente subió aquellos escalones .Miro fijamente la puerta del cuarto la que se abrió, ahí se encontraba soledad en medio de la puerta buscando con aquellos ojos entre la oscuridad una silueta, un movimiento, algo que le indicara donde se encontraba María escondida, de pronto un ruido llamo la atención de Soledad con la ropa empapada de sangre... ¡La ventana! La ventana se abrió de un seco golpe, pero no, no era María que trataba de escapar de aquella muerte inevitable, si no el viento que junto con la lluvia agravaba más. Cerró la puerta y se dirigió hacia aquel rincón donde apenas se alcanzaba a ver la silueta de “algo”, tal vez era María o tal vez una de sus tantas muñecas... Se acercó lentamente, sujetando aquel cuchillo que aun se encontraba manchado de sangre fresca, tomo una bocanada de aire frió que se colaba por la ventana y con un certero movimiento de su mano clavo el cuchillo a aquella silueta...

Nunca nadie supo que era lo que había hecho enojar tanto a Soledad para tomas tan terrible desicion "matar a toda su familia"

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